La vida transcurre plácida en un pueblecito de Estados Unidos. Una familia ideal tiene su residencia en un vecindario que también parece perfecto. Por desgracia uno de los vecinos es un psicópata asesino y asesinará a una de las hijas de la familia. Una vez muerta, la niña verá a sus padres y a su asesino desde el cielo.
The lovely bones sigue el esquema de otros filmes de Peter Jackson, especialmente de Criaturas Celestiales, a saber un arranque pacífico, un asesinato anunciado e imágenes oníricas que se mezclan con el terror. Es un estilo que no tiene nada que ver con la trilogía de El señor de los anillos, pero aún así se puede reconocer el espíritu del director neozelandés, aunque barnizado con un tinte cursi que es bastante ajeno a su producción hasta la fecha.
El problema principal de esta película está en el guión, escrita a tres manos, y basado en una novela que por lo visto ya fue adaptada antes, ¡en un filme filipino! La historia se resumen en una niña que es asesinada y desde el cielo ve a su familia. Y ya está. Es difícil saber qué nos quiere contar Peter Jackson, ¿que las niñas asesinadas van al cielo?, ¿que los asesinos sufrirán un castigo divino? El significado del filme para mí es totalmente oscuro y habría que preguntarle al director para saber por qué pudiendo rodar cualquier historia (dinero le sobra, sobre todo con Spielberg como productor ejecutivo) ha hecho precisamente esta. Quizás ha querido escribir una historia para sus hijos o algo así, una fábula en la que la muerte no es tan mala, porque al final acabas en un cielo lleno de color y con otras niñas estupendas. Si ese es el mensaje me parece realmente absurdo.
Lo mejor del filme es, sin duda alguna, el reparto. La niña Saoirse Roman interpreta a Susie Salmon, la asesinada, y lo cierto es que es una niña guapa pero a la vez con un aspecto un tanto enigmático. Junto a ella ha contado con Mark Wahlberg, que hace muy bien de padre cariñoso y destrozado por la muerte de su hija; con Stanley Tucci, que da auténtico miedo como psicópata asesino y pervertido, lo que le han reconocido con una nominación al Oscar al mejor actor secundario (de hecho la única nominación del filme); con Susan Sarandon, divertida como siempre en su papel de abuela un tanto pasada y con los pies en el suelo; y, por último, Rachel Weisz, perfecta en su papel de pavisosa.