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La Buena Nueva (2008)

Directora: Helena Taberna

Guionistas: Helena Taberna y Andrés Martorell

Actores:Bárbara Goenaga, Unax Ugalde, Guillermo Toledo


Un curilla recién llegado del Vaticano es enviado a ocupar la plaza de párroco en un pueblo navarro. El año es 1936 y está a punto de empezar la guerra civil. Pronto estallan las tensiones entre los republicanos ateos, los republicanos cristianos, los requetés ultracristianos y monárquicos y los falangistas anticlericales. Y el cura en medio intentando defender al más débil.

Está claro que la guerra civil todavía da para muchas películas y desde muchas perspectivas. En esta el protagonista es un cura que, lejos del papel caricaturesco del religioso de la horripilante (por mal rodada y mal contada) Los girasoles ciegos, se comporta como un ser humano. Una microhistoria más dentro de las miles que se han contado ya sobre el conflicto del siglo pasado y que todavía nos hace añorar la película que falta sobre la guerra civil (y eso que ya son varios cientos): una gran película bélica, por ejemplo sobre la batalla del Ebro o la de Guadalajara.

La directora Helena Taberna está prácticamente especializada en temas vasco-navarros como se puede ver por sus filmes Yoyes, Nerabe, Alsasua o Recuerdos del 36, así que no le cuesta nada encontrar paisajes y personajes. De hecho, lo mejor del filme, sin ninguna duda, es el reparto. Los niños que aparecen en la película, con las orejas despegadas y los dientes mellados, los vecinos que parece que han nacido con una boina calada, los viejos nostálgicos del requeté... Si a eso se suma el pueblo donde está rodada la historia, que es un lugar donde parece que no ha pasado el tiempo, nos podríamos creer que estamos viendo un documental en lugar de una película.

Por otro lado, los actores principales están encabezados por Unax Ugalde, que es omnipresente y está en todas partes, y con su papel de cura se llevó el merecido premio al mejor intérprete en la última Seminci. Junto a él está la guapísima Bárbara Goenaga, que no lo parece tanto con el pelo recogido con unas horquillas muy propias de la época, pero que hace un muy buen papel, aunque en algunos momentos quizás excesivamente contenido (aunque eso supongo que serán cosas de la directora y guionista). Otros tienen papeles secundarios como Guillermo Toledo o Loquillo, que aunque no habla da el pego total de falangista desquiciado.



Este comentario se publicó en Tribuna Complutense .

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