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Midnight in Paris (2011)

Director: Woody Allen

Actores: Owen Wilson, Rachel McAdams, Michael Sheen, Marion Cotillard, Léa Seydoux


Gil Pender viaja a París con su prometida para pasar unos días antes de su boda. Una vez allí se da cuenta de que la capital francesa es la ciudad de sus sueños y se plantea no volver a Estados Unidos. En la incertidumbre entre volver o no volver, descubrirá que en las noches parisinas se puede viajar hacia un glorioso pasado.

Woody Allen es un intelectual de otra época, culto, con formación y admirador de un montón de grandes creadores. En el guión de esta película se ha permitido homenajear a un montón de ellos, añadiéndoles detalles más o menos humorísticos. Por la pantalla nos encontramos, entre otros, con Scott Fitzgerald (que dice todo el rato eso de "old sport", al igual que decía Jay Gatsby a su vecino en El gran Gatsby); por supuesto, el autor de Tender is the night va siempre acompañado de su querida Zelda; tenemos a Hemingway, obsesionado con encontrar a alguien que se pelee con él; está Salvador Dalí, que es un egocéntrico obsesionado con los rinocerontes; está Luis Buñuel, a quien el protagonista le da la idea de El ángel exterminado; está la gran mecenas de la Generación perdida, una bonachona Gertrude Stein; y muchos otros como Picasso, Belmonte, Man Ray, T. S Eliot, Matisse, y la diva del propio Allen, Djuna Barnes. Es cierto que en el guión hay algunas incongruencias y anacronismos, pero es difícil incluir a tantos personajes sin meter de vez en cuando la pata, y además al fin y al cabo esto es una ficción y no cinema verité. Al final del filme, el director incluye otro homenaje a aquella generación haciendo que el protagonista entre en la librería Shakespeare & Company, desde la que Sylvia Beach mimó y lanzó a muchos autores.

El filme habla, una vez más, del paso del tiempo, y de esa añoranza de los intelectuales por un tiempo pasado, que siempre fue mejor. También habla de los deseos y de lo fácil que es a veces encontrarlos si uno se deja llevar. De paso se mete un poco con el Tea Party y con los pedantes, dos grupos a los que Woody Allen odia casi por igual.

Una curiosidad de esta película es que está considerada como española, tanto a la hora de contabilizar los resultados de taquilla del año 2011 como a la de darle premios de la Academia de Cine o del Círculo de Escritores Cinematográficos. Yo comprendo que la empresa española Mediapro es la que ha puesto gran parte del dinero para hacerla, pero eso no me parece suficiente como para considerarla una película española. En el reparto no hay nadie de nuestro país y si se mira de cerca la ficha técnica sólo he encontrado a una española en el diseño de vestuario: Sonia Grande. Aparte, claro está del productor ejecutivo Javier Méndez.

En esta ocasión, Allen ha elegido a Owen Wilson para que le interprete, y lo cierto es que lo hace muy bien. Es impresionante ver la cantidad de actores que han sido capaces de convertirse en Woody Allen (o más bien en su personaje) a lo largo de toda su cinematografía. El resto del reparto están todos correctos, porque el director sabe cómo sacarles lo mejor que tienen.



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