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Conocerás al hombre de tus sueños (2010)

Director: Woody Allen

Actores: Anthony Hopkins, Gemma Jones, Antonio Banderas, Naomi Watts


Un viejo, muy viejo, ve que la vida se le escapa de las manos y decide separarse de su vieja mujer. La mujer decide que lo suyo es el tarot y los espíritus. La hija también tiene problemas con su marido. Y al marido le gusta una vecina maciza.

El cine de Woody Allen es absolutamente circular, sin fisuras. Unas películas homenajean a Bergman, pero la mayor parte de ellas homenajean al propio Woody Allen, en lo que supone un universo propio y cerrado entre calles estrechas, de Londres o de Nueva York. Es cierto que también ha probado otros lares, pero con un resultado un tanto lamentable. Vicky Cristina Barcelona es una de sus peores películas, y en cuanto a un mínimo de credibilidad y coherencia la peor de todas. Allen respira mucho mejor en los ambientes anglosajones y sus personajes se hacen más creíbles.

El sosias de Allen en esta peli es Anthony Hopkins, que está realmente divertido en su papel de pobre anciano que quiere luchar contra la decrepitud reventándose en el gimnasio, y a golpe de chequera. No me imagino al director en el gimnasio, pero seguro que la reflexión sobre el paso del tiempo le abruma al igual que a todo el mundo.

El cine de Allen, al igual que el español, está lleno de malentendidos, pero lo interesante es que en las películas del director americano nunca hay soluciones. En las decisiones de los personajes no suele haber vuelta atrás, y el que decide volar lo hace con todas las consecuencias. El protagonista puede morir tranquilamente o dejar paso a otros personajes. En realidad, en las pelis de Allen es difícil saber quién es el auténtico protagonista, a no ser que sea la propia ciudad o los problemas de todos los que aparecen en escena.

Antonio Banderas está gracioso en su papel de galán, a pesar de que lo hace sin darse cuenta. Gemma Jones está más que creíble en su papel de tarada espiritual, y a la pobre Naomi Watts le toca hacer de pringada que no se entera ni de la media, pero también lo hace muy bien. De hecho, Allen, ante todo, es un gran director de actores.

Una película muy divertida que borra, definitivamente, el recuerdo del bodrio rodado en nuestro país.



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