Cuando entrevisté a Alejandro Amenábar sólo había rodado dos películas: Tesis y Abre los ojos. Vi la primera mucho antes de que le dieran una cantidad increíble de Premios Goya y me pareció una película muy interesante. El problema que tuvo Amenábar fue que el éxito se le subió a la cabeza inmediatamente y comenzó a pecar de egocentrismo.
En realidad, parece ser que ya durante la carrera era bastante ambicioso y se apostó con un colega (esto me lo relató el colega directamente, no un amigo de un amigo) que sería capaz de conseguir el Oscar a la mejor película. Había en juego algo así como una cena en cualquier restaurante del mundo. De momento ha estado cerca de conseguir algún premio gordo de la Academia, pero parece que se le escurren totalmente.
Por aquel entonces Amenábar me caía bastante mal, como se puede ver en la entrevista, que es más bien una "entrevista contra" que "con" el director. Lo cierto es que Abre los ojos me pareció horrible, pero también me lo parecieron Los otros y Mar adentro. Sólo me volví a congraciar con el director tras Ágora, que además es la que recibió un mayor vapuleo por parte de la crítica. También ha sido la primera película con la que el director ha perdido dinero y la que no ha conseguido triunfar internacionalmente (sólo ha recaudado algo más de 600.000 dólares en Estados Unidos). Y es que eso de tocar a la religión no es cosa sana. Yo ahora espero su próxima película con ganas, aunque también con un poco de miedo, para que engañarnos
La entrevista se publicó en el periódico Día a Día, el 26 de agosto de 1998