Cientos de veinteañeros se disponen a pasárselo en grande en un lago aprovechando las vacaciones de primavera. La mala suerte hace que ese momento coincida con la apertura de una cueva submarina de la que escapan unas pirañas que vivían encerradas desde hace dos millones de años.
Los guionistas Josh Stolberg y Pete Goldfinger se están especializado en escribir historias en las que los jóvenes universitarios lo pasan fatal, ya sea porque te devora una piraña o porque tu colegio mayor es un infierno (Hermandad de sangre). En esta ocasión además resucitan un género (el de los males que provienen del mar) que tiene ese aire setentero y que en su día fue utilizado por directores como Steven Spielberg, en Tiburón, e incluso James Cameron, en Piraña 2. De hecho, gran parte del reparto homenajea a aquella época del cine.
El director Alexandre Aja es un parisino que comenzó haciendo películas basadas en relatos de Julio Cortázar (Furia, de 1999) y ha llegado a este filme que es un divertimento genial dentro de la comedia gore. Antes de Piraña ya había rodado otros dos remakes de terror que daban mucho miedo como Mirrors y Las colinas tienen ojos, así que el espectador podía esperar otro filme terrorífico, pero en lugar de eso, Aja se lo toma con mucho cachondeo y filma la típica película de adolescentes, con mucha carnaza, pero también con mucha sangre. Es decir, que si no te hace gracia Braindead de Peter Jackson es mejor que no vayas a ver esta Piraña. A lo peor ve esta película algún descerebrado y denuncia a su director por violencia (o a mí por recomendarla) al igual que han hecho con el director del festival de Sitges por permitir proyectar A Serbian Film. Tanto en esa película como en esta, todo lo que ocurre es simplemente ficción, aunque haya cerebros un poquito estrechos que son incapaces de separar la realidad de la ficción. Al fin y al cabo no es tan difícil, creo yo. O al menos no es tan difícil si tienes más de tres años (años mentales incluidos).
La película de Alexandre Aja, aparte de su lado lúdico, tiene un lado nostálgico indudable. La primera víctima de las pirañas no es otra que Richard Dreyfuss, uno de los protagonistas del Tiburón de 1975. Además tenemos de sheriff a Elisabeth Sue, estrella en películas como Karate Kid, las secuelas de Regreso al futuro y Cocktail. Y si fuera poco también aparece Christopher Lloyd, el que interpretaba al doctor Emmett Brown en Regreso al futuro, que aquí hace también de un científico pasado de rosca.