Para la nueva etapa de Tribuna Complutense le pedimos una entrevista a Antonio Muñoz Molina y decidió concedérnosla, y no sólo eso, sino que además no quiso hacerla on line (que es lo típico en época de coronavirus), sino que nos dijo que fuésemos a su casa. Siempre es un lujo poder ir a casa de los demás, para cotillear, y además los entrevistados siempre están mucho más relajados en su entorno vital.
Al llegar, nos abrió la puerta Elvira Lindo y tras ella salió corriendo una perrita que estuvo jugando un rato largo con el fotógrafo Jesús de Miguel. El escritor tenía un salón muy amplio, con libros descolocados encima de la mesa, retratos de su mujer, y puertas que se abrían a diferentes espacios. En uno de ellos había un despacho con los libros de Literatura, ordenados por orden alfabético de autor (como los tengo yo), y nos confesó que tenía más libros, de Historia, Ensayo y demás por otros lugares de la casa, aunque esos sin orden.
Hablamos largo y tendido sobre todo tipo de temas, aunque sobre todo de sus libros, haciendo un amplio repaso de su obra literaria. Aparte de lo que aparece en la entrevista hablamos también del ensimismamiento de la sociedad actual, del que me aseguró: "En el arte se nota mucho. En mi opinión como aficionado, más que como historiador del arte, creo que parte de la pobreza del arte contemporáneo tiene que ver con su desconexión total de la naturaleza, en la que, si te fijas, aprendes lecciones sobre las formas, los patrones... Pero, en general, más allá del arte, creo que sí estamos desconectados. Vas por la calle y la gente no hace más que mirar la pantalla, ¡es alucinante! A mí me gusta ir mucho por la calle, y aquí cerca, en lo que antes se llamaba el Palacio de los Deportes, hay una zona a la que van muchos adolescentes y lo único que hacen es mirar el móvil. Están en grupo, pero cada uno está mirando su móvil o se hacen vídeos para Tik Tok. Para no sólo los adolescentes, también los viejos y cualquiera. Y ya no te digo en el Metro. Me acuerdo cuando empezó, después del confinamiento, y el primer día que nos montamos parecíamos todos zombis. Es como una mediación constante, porque lo que hay en la pantalla es ya una tergiversación, es el mundo de la publicidad y los efectos visuales. ¿Quién mira la realidad?".
También hablamos de otros temas, como la ocupación de las calles por tecnologías que quizás no necesitamos: "Es cierto, y quizás muchos de los que van leyendo al móvil van leyendo a Shakespeare, pero lo que ocurre es que en la pantalla te están ofreciendo una realidad que te ha preparado un algoritmo, es una realidad que ya ha sido customizada para ti, y no en beneficio tuyo, sino en beneficio de los vendedores. Es lo que dice el libro extraordinario de La era del capitalismo de la vigilancia, que explica que tú eres el cliente, tú eres el producto. Frente a eso creo que se impone una especie de guerrilla del comportamiento para someterte lo menos posible a todo eso, que se beneficia también mucho del papanatismo de la novedad tecnológica, porque nadie queremos quedar como antiguos. El ejemplo tecnológico más útil para comparar con esto es el de la imposición del coche privado, que en la mayor parte de los casos es absurda, y en las ciudades es inútil. El coche se impuso como una especie de promesa mesiánica, igual que Internet, con la idea de que asegura la libertad. Y eso llevó a que las ciudades fuesen destruidas para someterse a los coches, es una de las historias más impresionantes del siglo XX y en las que menos se reparan. Este Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, es totalmente impermeable a todos los debates que hay ahora mismo en Europa y América, para entender la ciudad como lugar del cambio de costumbre al que nos fuerza el cambio climático. Madrid tiene menos kilómetros de bici por habitante que cualquier ciudad de Europa."
Unos días después le envíe la entrevista, junto con los pdf de todas las que le había hecho con anterioridad y me contestó lo siguiente: "Qué bien ha quedado la entrevista, y las fotos. Y qué archivo me has mandado. Da vértigo ir viendo cómo cambia uno a lo largo de los años. me han hecho muchas entrevistas y muchas fotos, pero las que haceis Jesús y tú son de las mejores, la verdad". Estas palabras, provenientes de un escritor de la talla de Muñoz Molina me hacen mucha ilusion, la verdad.
Aparte de esta vez, le he entrevistado en 1997, en 2004, otra vez en ese 2004 y en 2008.
La entrevista se publicó en Tribuna Complutense, con fecha 9 de noviembre de 2020.