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Mientras duermes (2011)

Director: Jaume Balagueró

Actores: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto San Juan, Iris Almeida, Petra Martínez


La acción transcurre en un edificio cualquiera de una gran ciudad con sus típicos inquilinos: la chica mona soltera, la abuelilla que vive con dos perros, el matrimonio pijo, el vecino un poco pejiguero y, por supuesto, un portero silencioso y un tanto siniestro.

Aparte de un par de cortos y un filme para televisión, en el currículum del guionista Alberto Marini, solo consta la escritura de esta Mientras duermes y de Romasanta, la caza de la bestia, una cinta espantosa del año 2004. Películas sobre un portero o el dueño de una casa que vigilan a los inquilinos y se aprovechan de ellos hay muchas (de hecho este mismo 2011 se ha estrenado La víctima perfecta, con Hilary Swank). A esa idea, Marini le suma lo que ahora está tan de moda, es decir, un personaje deleznable y repugnante, que solo sabe hacer el mal (tipo la serie Dexter) y con quien se supone que, de alguna manera, tenemos que sentirnos identificados. No descubro yo aquí nada si afirmo que el mundo está hecho una pena y hay personas que son auténticos villanos que sólo disfrutan viendo como sufren los demás, pero ¿realmente eso es algo que la gente quiere ir a ver al cine? ¿De verdad el espectador disfruta con un personaje que no tiene ni un poro de bondad en su cuerpo y que no tiene respeto ni por viejos, ni por niños, ni por adultos, ni por animales? La última película española igual de perversa que esta (Secuestrados, de Miguel Ángel Vivas) se estrenó en febrero de este año y sólo fue vista por 52.538 personas (una nadería comparado, por ejemplo, con los 1.580.634 de Cisne negro, que se estrenó el mismo mes). Yo me pregunto si a los que disfrutaron con Secuestrados y disfrutarán con Mientras duermes estas pelis les aportan algo, o las ven por simple morbo macabro.

No niego que Mientras duermes esté bien rodada y que en algunos momentos concretos resulte creíble, sobre todo si pensamos que la policía es totalmente inoperante e incapaz de seguir a un tarado como el protagonista, pero tengo mis dudas sobre para qué y por qué alguien decide contar una historia como esta. Supongo que alguien se lo preguntará a su director Jaume Balagueró y quizás salgamos de dudas. El cine de Balagueró está plagado de películas de terror taquilleras como Rec y su secuela, Darkness y Los sin nombre, que también tenía un final deprimente. De hecho, bien mirado ninguna de las películas de Jaume Balagueró tiene un happy end al uso.

Por su parte, Luis Tosar y Marta Etura están brillantes en sus papeles e incluso Iris Almeida, la niña atormentada por el portero, hace bien su trabajo.


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